Biografía de Carlos Hank González

CARLOS HANK GONZÁLEZ

CARLOS HANK GONZÁLEZ

Carlos Hank González nació en 1971, en el Estado de México. Cuenta con una Licenciatura en Administración de Empresas y una Especialidad en Finanzas por la Universidad Iberoamericana. Es hijo del reconocido empresario Carlos Hank Rhon y de la señora Graciela González Moreno.

 

 

Sus primeros pasos


“Quiero escribir mi propia historia”, una frase que Carlos Hank González repite a menudo. Siendo Hijo de un empresario con trayectoria deslumbrante como Carlos Hank Rhon, y nieto de una leyenda como Roberto González Barrera, fundador de Gruma y Grupo Financiero Banorte, se comprende que quien fuera calificado por diversos medios de comunicación como “el banquero más joven de México” insista en forjarse un destino propio.

La historia de Carlos Hank González comienza muy temprano. A los siete años ya recorría las oficinas de Grupo Hermes, el corporativo fundado por su padre para aglutinar empresas en los sectores del transporte y la energía. En un momento en la vida de México, posterior a una devaluación, en que pocos empresarios se animaban a invertir en el país, su padre tuvo el arrojo de fundar un nuevo grupo empresarial. Esa confianza en que otro futuro era posible nutrió la mentalidad del joven Carlos. Los cambios comienzan con imaginación y convicción.

Desde los 12 años, cada verano, Carlos pasaba largas horas en la fábrica de camiones de su padre manejando maquinaria pesada y cargando bolsas de material. “Imagínate: si a los 12 o 13 años te enseñan a manejar un tractocamión, te vuelves loco. Era fantástico. Pero a la vez, mi padre me exigía pasar días laborales completos en la fábrica, y ahí comencé a entender qué significa el compromiso laboral e inicié mi aprendizaje sobre lo que se hacía en cada una de las empresas del Grupo. Así fue surgiendo el sueño de trabajar directamente en ellas.

Sueños de Finanzas


Ya en la universidad, Carlos comenzó a pasar tiempo también en Interacciones Casa de Bolsa. Su primera asignación, llevar órdenes en el piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores: “Desde el primer momento me encantó la adrenalina de estar ahí, la rapidez con la que tenías que moverte, las decisiones que se tomaban cada segundo. Me tocó sudar en el piso de remates: era la época en que las cosas todavía no estaban automatizadas, entonces yo anotaba las órdenes en papelitos que después entregaba a quien tenía que ejecutarlas; por el apuro y la adrenalina no entendían lo que yo había escrito. Hoy lo recuerdo con una sonrisa, pero así se aprende”.

Pasaría más tarde por cada una de las unidades de negocio del Grupo, conociendo sus entrañas, aprendiendo de los mejores, perfeccionándose en lo que lo apasionaba desde entonces: el mundo financiero. Pero el “posgrado” en esta materia lo pasaría con el maestro más exigente: Don Roberto González Barrera.
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TRAYECTORIA

TRAYECTORIA

Interacciones: Un reto temprano


En el 2000, Carlos fue nombrado director general de Interacciones. Apenas rondaba los treintena años, pero junto con su equipo cercano de colaboradores, ya tenía un plan para convertir a Grupo Financiero Interacciones en la mejor del nicho.


En entrevista con la revista Poder y Negocios señaló: “Nos definimos como un banco de nicho. Estamos especializados y eso nos vuelve mejores. No somos un banco tradicional, porque de otro modo no podríamos competir con los gigantes mundiales que están regresando a México. La especialización nos ha llevado a triplicar nuestros ingresos en pocos años".


Duplicar o triplicar los ingresos parecía demasiado ambicioso. Carlos recuerda que le tocó presentar el plan ante el Consejo de Administración de Interacciones, formado por viejos lobos de mar con décadas de trayectoria empresarial. En su momento, muchos no le creyeron.


“Imagínate, ven a unos chavos de 30, 30 y pico de años con planes tan ambiciosos… nos miraban con algo de condescendencia. Pero cuando yo entré al Consejo estaba convencido y seguro de que lo podíamos lograr. Y lo hicimos”.


Carlos renunció a la dirección general de Grupo Financiero Interacciones en octubre de 2014. Durante su gestión, Banco Interacciones se especializó en el otorgamiento de créditos al gobierno federal y los gobiernos estatales para proyectos de infraestructura y pago a proveedores. Entre 2003 y 2012, Grupo Financiero Interacciones creció 1252% en ingresos financieros; su utilidad, 1182%; y los activos, más de 2000%.
 

 

Convicción y trabajo en equipo: filosofía de una nueva generación de empresarios mexicanos


Créersela. Un imperativo que ha marcado toda la trayectoria de Carlos. Desde que tomó el volante de un tractocamión, pasando por el piso de remates de la Bolsa, hasta ese día clave que presentó el nuevo plan de Interacciones ante su Consejo de Administración, creyó que podía lograr lo que imaginaba, y lo logró.


“Soy un mexicano orgulloso de pertenecer a esta nueva generación de empresarios. Me apasiona verdaderamente lo que hago. Me motiva y llena de adrenalina poder vivir estos momentos en mi país. Es mi forma de vivir, mi forma profesional; quizás suene un poquito romántico pero creo que lo que nos ha dado el éxito en nuestras empresas es creérnosla, ponernos esas metas ambiciosas, agresivas. Y que todo el equipo también lo crea”.


“Equipo” es una palabra presente una y otra vez en el vocabulario de Carlos. Luego de la exitosa re-IPO realizada por Interacciones en octubre de 2013, Carlos comentó que el logro fue resultado de la preparación exhaustiva y el trabajo de un equipo consolidado. El éxito no es un ejercicio en solitario: “Tienes que saberte rodear de personas exitosas y capaces que compartan tus metas. Si quieres ser triunfador pero lo quieres hacer con gente mediocre y chiquita, no lo vas a lograr”.

Nuevas responsabilidades: BANORTE


En noviembre de 2014, el Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte nombró a Carlos Hank González como Presidente de dicha institución, cargo que asumió a partir del 1º de enero 2015.

 
En la Asamblea General Ordinaria Anual de Accionistas 2015, Carlos Hank González fue ratificado como el presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte, con el 95.7 por ciento de las acciones representadas. Tras su designación, Carlos se refirió al compromiso que asumió al frente de la institución: “Consolidar al Banorte de hoy y convertirlo en el banco mexicano más rentable, es mi meta”.


A este reto se suma, desde diciembre de 2012, ser Vicepresidente del Consejo de Administración de GRUMA, empresa global de alimentos, líder en la producción de harina de maíz y tortilla a nivel mundial. La empresa fundada por su abuelo Don Roberto, y que actualmente lidera su tío, Juan González Moreno.


“Gruma es una empresa mexicana de alcance global, de la que todos deberíamos estar orgullosos. Mi abuelo siempre se la creyó: se puso a vender tortillas en Estados Unidos, cuando nadie pensaba que podía tener éxito. Ahora es la comida más popular. Mi papel en la empresa es ayudar a mi tío Juan, desde mi experiencia financiera”.

Ser parte de algo mayor


El éxito personal y del equipo es coyuntural. Para Carlos, la mayor satisfacción es saber, como dice él: “que en cada uno de los negocios que tenemos se impacta de una forma muy importante; por ejemplo: cuando construimos una carretera y vemos el gran ahorro de tiempo que se le da a miles de personas que van a transitar sobre ella, es un impacto importante que no se puede medir económicamente, pero que tiene beneficio social... Cuando se financia un hospital, a lo mejor no construimos, pero gracias al financiamiento que dimos miles de personas tienen acceso a servicios hospitalarios. Cuando construimos una presa que le da agua a millones de personas, cuando se construyen las calderas que le llevarán energía a millones de personas, es sin duda muy satisfactorio poder ver que el esfuerzo que hacemos todos los días en nuestras empresas si deja una huella en la comunidad, si deja una huella en la sociedad y sí estamos poniendo un granito de arena para el desarrollo de nuestro país”.

Carlos Hank González es un mexicano orgulloso de su país y apasionado de los negocios. Un empresario que no se achica ante los retos y que, por el contrario, los enfrenta y aprovecha las oportunidades que estos puedan ofrecer.

 

Un empresario de la nueva generación de líderes mexicanos que está escribiendo su propia historia.

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FAMILIA

FAMILIA

La guía del padre y la estrategia propia


Carlos no se cansa de mencionar a su padre, el Ingeniero Carlos Hank Rhon, como su mayor mentor. Lo define como un hombre metódico, ordenado, dispuesto siempre a dar un consejo, pero también a dejarlo tomar sus propias decisiones.  

En 2008, su padre lo invitaría también a convertirse en el director general de Grupo Hermes, donde le tocaría liderar el proceso por el cual CERREY, empresa bandera de su división de energía, ganó el concurso para proveer en una sola etapa con seis generadores de energía de vapor a Sadara Chemical Company, la mayor petroquímica del mundo.

“Los generadores son el ejemplo perfecto de que nos la creímos. Competimos contra las mejores empresas del mundo. Cuando nos invitaron, entramos con la idea de ganar, diciéndonos: ‘somos los mejores, no hay duda de que tenemos la ingeniería para hacer todo en nuestras plantas, para ganarle a los japoneses, coreanos, italianos’. Desde que nos invitaron, íbamos para ganar”, señaló Carlos en una entrevista a la revista Poder.

La voz del abuelo




Es imposible hablar de Carlos sin hacer referencia a su abuelo homónimo. El profesor Carlos Hank González fue un actor fundamental de la segunda parte del siglo XX en Méxco y dejó su sello en distintas partes del país. Nacido en 1927 en Santiago Tianguistenco, Estado de México, estudió la carrera magisterial en la Escuela Normal del Estado. Inició su trayectoria política en dicha entidad, donde ocupó diversos cargos. Su desempeño público lo llevó a los más importantes puestos políticos: gobernador del Estado de México, regente de la Ciudad de México y Secretario de Turismo y Agricultura.

“Yo desde muy joven quería ser empresario, aunque sin dudas, escuchaba mucho a mi abuelo. De él aprendí la importancia de la lealtad, y el compromiso y el amor a México”, recuerda su nieto.

Carlos lo recuerda como a un hombre de familia, atento, que creía en las personas y las escuchaba, interesado en la pintura, la historia, la literatura... Un hombre que confiaba en el futuro del país.


 

La maestría más difícil




“Pasé un tiempo trabajando con mi abuelo Don Roberto, recuerdo esa época como una de las más enriquecedoras y más agotadoras de mi vida. Mi abuelo era incansable: de repente me pedía que lo acompañara a supervisar las sucursales de Banorte del interior de la república, y pasábamos toda la semana viajando, sin parar ni un solo día, desde muy temprano hasta avanzada la noche. Imagínate que yo era un chavo en mis veinte y mi abuelo me dejaba agotado. No sé de dónde sacaba tanta energía”.

De Don Roberto aprendió muchas cosas, una de ellas, respetar a sus colaboradores, y no perder contacto con los detalles del negocio: “Para mi abuelo, el respeto a los demás era lo primero. Trataba a todo el mundo con la misma educación y respeto, y esperaba que todos los que trabajáramos con él hiciéramos lo mismo. No toleraba que los colaboradores de sus empresas trabajaran en condiciones indignas. En una ocasión estábamos en una sucursal de provincia y se metió a la cocina.

Él supervisaba todos los detalles. Se dio cuenta de que la cocina estaba en malas condiciones. En ese momento llamó al gerente y lo regañó duramente frente a mí: no podía concebir que tuviera a los empleados de la sucursal comiendo en esa cocina.

Ese día aprendí que ser el líder de una empresa implica responsabilidades con todo tu equipo que va más allá de simplemente exigir resultados. Tienes una responsabilidad con ellos y con sus familias, con su bienestar y dignidad laboral”.


 

Un hombre de familia


Carlos disfruta la vida en familia. Formado en el seno una familia afectuosa, con el sello del orden característico de su padre, hoy trata de aprovechar todo momento libre para pasarlo con su esposa y tres hijos.


“Cuando no estoy enfocado en mi pasión: los negocios, trato de pasar el mayor tiempo posible con mi familia. Estoy convencido de que en la vida necesitas ese equilibrio. No puedes solo estar metido en el trabajo, todo el tiempo. En esto soy bastante sencillo: Pasar tiempo con mis hijos es la experiencia más enriquecedora para mí”.

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